FINAGRO se une al Protocolo Verde

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FINAGRO hace parte de las entidades que velan por el crecimiento sostenible del país.

Esta semana, FINAGRO se adhirió al protocolo que busca incorporar entre el Gobierno Nacional y el Sector Financiero Colombiano, políticas y prácticas orientadas a la responsabilidad ambiental y el Desarrollo Sostenible, las cuales generan, a lo largo del tiempo, un consumo sostenible de los recursos naturales renovables, mayor productividad, facilidad de acceso a mercados, credibilidad y crecimiento económico de las empresas.

La adhesión al protocolo fue firmada por los presidentes de FINAGRO, el Banco Agrario y el Banco de Bogotá, entidades comprometidas con esta iniciativa liderada por el Ministerio de Medio Ambiente y Asobancaria. También asistieron al evento los presidentes de Citibank, Procredit y Findeter.

El protocolo verde se basa en tres estrategias:

  • Generar lineamientos e instrumentos para promover el financiamiento del desarrollo con Sostenibilidad a través de las facilidades de crédito y/o inversión, y programas que promuevan el uso sostenible de los recursos naturales renovables, la protección del medio ambiente y la competitividad de los sectores productivos del país, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de la población.
  • Promover en sus procesos internos el consumo sostenible de recursos naturales renovables o de bienes y servicios que de ellos se derivan. 
  • Considerar en los análisis de riesgo de crédito e inversión, los impactos y costos ambientales y sociales que se generan en las actividades y proyectos a ser financiados, teniendo como base el cumplimiento de la normatividad ambiental colombiana.

En el evento el Dr. Luis Eduardo Gómez, Presidente de FINAGRO, mencionó que  "de acuerdo con la FAO se necesita duplicar la producción mundial de alimentos para el año 2050 y Colombia es uno de los pocos países que puede expandir su área cultivable sin talar el bosque nativo. Es decir, existe un gran potencial para el agro colombiano. Es fundamental aprovechar ese potencial con proyectos viables desde el punto de vista económico, social y ambiental (...) Especialmente, la sostenibilidad ambiental será una condición necesaria para la sostenibilidad del agro a largo plazo".

Este tipo de prácticas se llevan a cabo con el fin de que las empresas adquieran una cultura proactiva y responsable en torno al impacto de sus operaciones y se han venido desarrollando con éxito en países como Nigeria, Israel, Malasia, India y Brasil.